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Es una de las preguntas que muchas nos hacemos durante varios momentos de nuestras vidas. Pero que en  ocasiones los miedos, las excusas y las ocupaciones que también terminan siendo excusas,  acaban con nuestros propósitos y sueños.

Alguna vez has querido emprender y comenzar un proyecto y terminas diciendo las siguientes palabras:  No tengo dinero para comenzar, lo haré el próximo año, me da miedo perder lo invertido, mis amigos, pareja, padres dicen que es mejor tener la goterita, que arriesgarme.  Y finalizas concluyendo que no es lo mejor, por experiencias de terceros, por miedos de otras personas y porque estar en la zona de confort termina siendo más fácil que tomar riesgos y hacer sacrificios.

Como dicen los abuelos, “todo lo bueno cuesta trabajo” y no solo trabajo; sacrificio, lágrimas, decepciones, incertidumbres, cosquillitas en el estómago y en ocasiones hasta desvelos, pero al final esos sentimientos se convierten en la recompensa del tiempo y del esfuerzo invertido.

¿Qué es más satisfactorio, ganarse de la nada 10 millones de pesos o trabajarlos fuertemente durante 8 meses? ¿Te hace dudar la pregunta? tranquila, a mi también me hace dudar, pero ¿sabes cuál es la razón? somos una cultura cortoplacista, inmediatista, de querer lo fácil y rápido y se nos olvida que el valor del esfuerzo es un valor agregado para sentirte satisfecho por quien eres y por lo que haces, cada vez que tienes un logro por si solo, tu cerebro activa todos los mecanismos de defensas para superar las siguientes metas.

Para superar estas metas qué tal si comenzamos con pequeñas tareas alcanzables y que te generen más motivación para continuar con ese proyecto que quieres emprender y además te brinde la seguridad de que vas por buen camino. 

Primera tarea: 

Toma nota de lo que tienes que realizar en el día:
Haz una agenda con esas tareas que tienes para hoy, ya sea que utilices un cuaderno, el blog de notas de tu celular o bajes una aplicación que te ayude a darle orden a tu tiempo. 

 ¡Ojo! no dejes para mañana lo que puedes hacer YA. 

Segunda tarea: 

Es muy fácil y solo depende de tu compromiso y de ti.

confiar en lo que haces:

Deja de darte golpes por las cosas que no has hecho, siempre estarás a tiempo de hacer lo que no hiciste ayer, siempre tendrás el tiempo para enmendar cualquier error y siempre podrás demostrarte cada día que lo puedes lograr. 

Tercera tarea: 

No pienses tanto:
Deja de pensar “Mañana si lo hago” simplemente hazlo ahora,  la única manera de no equivocarte es no arriesgarte y qué tal si no es una equivocación o si me equivoco y aprendo y soy más grande. Cuantas tareas, dietas, compromisos has dejado para realizarlos otro día? es hora de actuar.

Solo con tres pequeñas recomendaciones verás que todo empezará a ir hacia donde lo dirijas. 

Recuerda:

¡LOS PEQUEÑOS SACRIFICIOS DE HOY TRAERÁN GRANDES RECOMPENSAS MAÑANA!